Una serie de desencuentros y problemas financieros han dejado las cuentas del Municipio de Lima en rojo
¿Cómo deja el alcalde Luis Castañeda las cuentas de la Municipalidad de Lima al nuevo alcalde Jorge Muñoz? Una revisión parcial de los indicadores de la comuna arroja que el panorama que enfrentará el nuevo alcalde desde el 1 de enero del 2019 no es lo que él pensaba.
El primer problema es el del presupuesto que piensa asignarle el gobierno central en el año 2019. Si bien este año, Ministerio de Economía (MEF) le asignó al municipio un presupuesto de S/. 1,755’588 millones, que se incrementó a más de S/. 3 mil millones por las transferencias realizadas para afrontar la coyuntura de los Juegos Panamericanos del próximo año, para el 2019 el MEF planea otorgarle S/. 1,442’321,772. Trescientos millones de soles menos.
Y del total del presupuesto 2019, solo entre el 21% y 22%, que equivale a poco más de S/. 300 millones, servirá para ejecutar obras de infraestructura, la mitad de lo que tuvo este año Castañeda.
El alcalde electo maneja la alternativa del endeudamiento. El problema es que el municipio de Lima ya tiene compromisos financieros más allá de sus posibilidades. Luis Castañeda deja una deuda tan grande que supera al presupuesto del año 2019 Esta deuda asciende a S/. 1,788 millones.
La comuna limeña “no cumple” con la “regla fiscal de saldo de deuda total” . Significa que el municipio se ha endeudado más de lo que puede pagar, y por eso el MEF pone en color rojo esa situación, que significa que el gobierno metropolitano ha incumplido con la regla fiscal del gobierno central.
Problema con el Metropolitano
El problema con el Corredor Segregado de Alta Capacidad, Cosac, o simplemente el Metropolitano, también tiene que ver con deudas, pero, además, con incumplimientos contractuales y arbitrajes perdidos que al final van a perjudicar la caja fiscal de Lima.
Hay que recordar que las rutas del Metropolitano se licitaron en el año 2010, al final de la segunda gestión de Luis Castañeda, y que los consorcios ganadores fueron cuatro: Lima Vías Express, de Colombia, de la misma empresa que maneja el sistema Transmilenio de Bogotá, el más importante de América Latina; Perú Masivo, también de Colombia; Transvial, un consorcio argentino español; y Lima Bus Internacional, peruano.
Estas empresas colocaron 512 buses al servicio de la concesión, y para construirlos adquirieron de Cofide, el banco de desarrollo del Estado peruano, un crédito por S/. 555 millones. En tanto, la Municipalidad de Lima debía construir la infraestructura y los paraderos, desde Chorrillos, en el sur de Lima, hasta la estación Chimpu Ocllo, en Carabayllo, al norte.
Pero los buses se echaron a rodar y la vía por el norte sólo llegó hasta El Naranjal, Independencia. Faltó la vía definitiva de ocho kilómetros hasta Carabayllo, con más de quince paraderos. Eso, para los operadores o concesionarios, fue considerado un incumplimiento contractual que hasta no se honra. Y por esa razón, oficialmente, la concesión aún no empieza, pese a que los buses ya llevan ocho años corriendo y desgastándose.
Ni la segunda gestión de Castañeda, ni la de Susana Villarán, menos ahora la tercera de Castañeda, que ya acaba, concluyó las obras faltantes comprometidas en el contrato y sus adendas. Y como el contrato no inicia oficialmente, los operadores no pueden empezar a pagar el crédito de Cofide.
Pero en los ocho años que han pasado, los intereses de esa deuda han crecido, y de S/. 555 millones, ahora deben S/. 1,100 millones. Y todo porque la concesión aún no inicia.
Cofide es una de las instituciones que, junto con el Ministerio de Economía, proporcionaron información al alcalde electo Muñoz. Cofide tiene información de primera mano sobre la deuda de los operadores y también sobre los arbitrajes que éstos le van ganando a la Municipalidad de Lima precisamente por el incumplimiento en la ejecución de las obras faltantes.
Los consorcios operadores, afectados financieramente, iniciaron durante esta gestión municipal arbitrajes millonarios contra la administración metropolitana por incumplir el contrato. Tres arbitrajes ya han sido perdidos por el municipio. Pedro Bordarampé, Gerente de Activos Especiales de Cofide, manifestó que, en la práctica, los operadores pagarán buena parte de los intereses de la deuda con Cofide, con el dinero que les deberá pagar la Municipalidad de Lima por los arbitrajes que ha perdido.
Tan claro habrá sido el incumplimiento contractual para el tribunal arbitral, que en uno de los laudos, el propio árbitro designado por el municipio falló a favor de los operadores. Aunque, ya ha pasado más de un año desde que se emitieron los laudos, y el municipio aún no paga. En tanto, los intereses crecen y crecen mes a mes.
El municipio de Lima no respondió a los insistentes pedidos de Cuarto Poder para entrevistar al alcalde Castañeda o al funcionario que la gestión designase. El miércoles, el mismo regidor dijo esto sobre los laudos arbitrales perdidos, que de acuerdo a Cofide, superan los S/. 400 millones.
La Municipalidad de Lima les ha dicho a los operadores que son ellos los que vienen incumpliendo el contrato porque son insolventes, pues no le pagan a Cofide. Cofide indica que no pagan porque el contrato no empieza oficialmente.
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